¿Alguna vez te has preguntado por qué unas webs tienen mejor rendimiento que otras? Las páginas web ejecutan un sin número de peticiones para cargar todo su contenido. Algunas utilizan códigos como el CSS para mejorar su rendimiento, pero ¿Cómo optimizar el código CSS de tu web?
Es habitual encontrar sitios web que demoran una eternidad cargando, sin importar la velocidad de tu internet. Esto se debe en parte a que cuando los sitios comienzan a crecer, su código se expande, haciéndose más pesado. El código CSS puede ayudar a mejorar el rendimiento de dicho sitio, si quieres saber cómo ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el código CSS y para qué sirve?
Las siglas CSS (Cascading Style Sheets) se traducen al español como “Hojas de estilo en cascada”. Es un lenguaje que se usa sobre el código HTML de una web para personalizar y mejorar su aspecto final. CSS aplica las características siguiendo un esquema prioritario, de arriba hacia abajo como una cascada, por eso su nombre.
El código CSS facilita el trabajo de los diseñadores y programadores web. Anteriormente, la personalización de los sitios debía hacerse de forma manual, editando la estructura del código HTML. Con las hojas de estilo en cascada, dicha estructura sirve como esqueleto, pero se separa de su presentación.
Al ser documentos independientes, es fácil modificar rápidamente los aspectos estéticos sin afectar el contenido. Por lo general, todo lo que el usuario ve en un sitio web está diseñado a partir de CSS. Además, las hojas de estilo simplifican la estructura de una web para que el navegador pueda cargarla con mayor velocidad.
Cómo funciona en tu sitio web
El lenguaje CSS te permite crear diferentes estilos para un documento HTML. Con él, las opciones de personalización son casi infinitas, y puedes aplicarlas de manera rápida y sencilla. A continuación, te contaremos cómo puede mejorar el funcionamiento de tu sitio web.
Separa el contenido y la presentación
Si el código HTML es el esqueleto del sitio, la presentación es todo lo que el usuario ve al visitarlo. Las hojas de estilo se hallan en archivos independientes del código principal. De esta manera, al modificar el apartado estético del sitio no corremos riesgo de interferir o alterar el código base.
Mayor flexibilidad y personalización
El CSS te permite modificar la apariencia de una parte o la totalidad de tu sitio web. Puedes renovar su imagen cambiando el diseño para conmemorar una fecha especial o celebrar un evento en concreto. Para ello, sólo debes editar la hoja de estilo sin que eso suponga alterar el contenido.
Más precio y a la vez moldeable
Cuando usamos CSS, podemos indicar con exactitud al navegador dónde y cómo deseamos los elementos de nuestro sitio. A su vez, seremos capaces de aplicar variables que se adapten a nuestras necesidades. Es posible, por ejemplo, indicar dónde estará una imagen, pero con la posibilidad de expandirse o contraerse según se requiera.
Acelera los tiempos de carga
La velocidad con la que carga tu sitio web no depende sólo de un buen hosting. CSS divide la apariencia de tu sitio y su contenido, lo que se traduce en archivos más ligeros. Esto significa que tu sitio tardará mucho menos en cargar comparado con la competencia.
Mejor diseño con menos trabajo
Los sitios web suelen estar formados por un puñado de páginas web. Mantener la misma estética en todas puede convertirse en un trabajo tedioso y, en algunos casos, abrumador. No obstante, al víncular tus páginas a las hojas de estilo que desees, agilizas el proceso y reduces el trabajo.
Simplifica el código
Al separar los detalles de personalización, mantenemos nuestra hoja de código HTML más despejada. De esta manera, es más sencillo encontrar las líneas de código que necesitas o editar las que no funcionen.
Compatibilidad garantizada
CSS estableció los pilares que ahora sirven como reglas y estándares dentro del diseño web. Las especificaciones CSS son compatibles con casi cualquier navegador. En caso de no ser compatibles con un navegador tras actualizarse, la compatibilidad con la versión anterior está garantizada.
Distingue entre las versiones de visualización en pantalla e impresión
Al usar stylesheets puedes maquetar por separado los estilos de impresión y visualización en pantalla. De esta manera, seremos capaces de escoger cómo se va imprimir lo que los usuarios ven en nuestra web. Así nos aseguramos que el resultado impreso sobre papel sea ordenado y tan atractivo a la vista como nuestro sitio.
¿Por qué es necesario optimizarlo?

Si bien es cierto que el CSS facilita la gestión y el diseño de sitios web, es necesario mantenerlo optimizado. El uso desordenado o poco sistematizado de las hojas de estilo nos puede traer problemas a la larga. Por eso es importante mantener nuestros archivos CSS lo más organizados y pequeños que sea posible.
Pasos para optimizar el código CSS de tu sitio web
Las hojas de estilo mal optimizadas suelen crecer hasta el punto de demorar la velocidad de carga de nuestro sitio. Al comprimir nuestra stylesheet, reducimos de forma considerable el tiempo que tarda el navegador en cargar nuestra web. Por eso, ahora te enseñaremos varios métodos para optimizar el código CSS de tu web.
Elimina el CSS innecesario
Puedes editar o eliminar las porciones de código CSS que ya no sean necesarias. Algunas páginas heredadas, frameworks o widgets pierden su utilidad a medida que el sitio evoluciona. Conservar esas líneas de código hará que tu hoja de estilo aumente su densidad sin ninguna utilidad.
Esta tarea puede resultar abrumadora si se trata de la optimización de un sitio web grande. No obstante, existen herramientas que analizan el uso de HTML y CSS de tu web en el momento de compilación. Con ellas puedes identificar con facilidad el código redundante y eliminarlo de ser necesario.
Evita el abuso de las propiedades
Aunque nos abren un mundo de posibilidades para el diseño, algunas propiedades pueden generar problemas cuando se usan en exceso. Propiedades como “position:fixed”, “transform”, “background-blend-mode”, “filter” y “opacity” pueden desencadenar cálculos costosos cuando se abusa de ellas. Por ello, te recomendamos reducir su uso a cuando sea estrictamente necesario.
Usa la contención de CSS
La contención es una funcionalidad relativamente nueva del código CSS. Usarla puede mejorar el rendimiento de tu sitio porque permite distinguir subárboles aislados en una página. De esta manera, el navegador es capaz de identificar si debe renderizar o no un bloque de contenido específico.
Al dejar de renderizar el contenido innecesario, se aceleran los procesos de carga del sitio. Puedes usar esta propiedad sin temor a los errores. La mayoría de navegadores soportan esta funcionalidad, y los que no, sólo la ignoran.
Activa el save-data
Esta es una cabecera de petición HTTP que establece si el usuario solicita una versión de datos reducidos. Cuando tu sitio reacciona a esta cabecera, se envía un diseño reducido que pesa menos. Es ideal para aumentar la comodidad con que los usuarios que navegan desde móviles acceden a nuestro sitio.
Únete al enfoque “mobile first”
Cada vez son más los usuarios que acceden a internet desde sus dispositivos móviles. Si codificas primero el diseño móvil, será más sencillo ir añadiendo luego más elementos. Puedes agregar mejoras y mayor funcionalidad a medida que el espacio de pantalla y las características del navegador incrementen.
Divide el archivo CSS
Si tu sitio es demasiado grande, a veces es mejor dividir tu hoja de estilo e identificarla a partir de su funcionalidad. De esta manera, podrás modificar aspectos específicos de diseño sin que la estética general se vea afectada. Así, puedes crear un sistema más ordenado y definir con mayor velocidad qué aspecto necesita cambiarse.
Documenta tus stylesheets
Si creas una guía de tus hojas de estilo con ejemplos que las identifiquen, será más sencillo mantener el orden. De esta manera, serás capaz de determinar si algún código CSS antiguo debe eliminarse o modificarse.
Automatiza la optimización
Optimizar el código CSS de tu web de manera manual puede ser un trabajo bastante demandante. No obstante, existen herramientas que pueden identificar problemas, eliminar códigos, minificar y mucho más de manera automática. Ahora te contaremos sobre algunas de las herramientas que pueden ayudarte a optimizar el código CSS.
CSS Compressor
Se trata de una aplicación web que puede ayudar a comprimir el código en tus hojas de estilo. Te ofrece la posibilidad de comprimir colores o eliminar espacios innecesarios con tan sólo un par de clicks. Al terminar el proceso, te muestra el porcentaje de minimización que alcanzaron tus stylesheets.
CSS Minifier
CSS minifier es una alternativa cómoda para optimizar tu código, ya que puedes usarla directamente desde tu web. La aplicación te permite acortar el código en los saltos de línea y eliminar el “;” al final de las numeraciones. Además, esta herramienta convierte los colores RGB en versión de código hexagonal comprimido.
Aunque la optimización automática simplifica los procesos y reduce el trabajo, no siempre es la opción más ideal. Si necesitas ayuda con la optimización de tu sitio, te recomendamos consultar con un profesional en la materia. En Geekobit contamos con un equipo especializado listo para ayudarte con el diseño y optimización de tu sitio.